Bankia defiende el código ético entre sus empleados
La imagen de una empresa está formada por, entre otras cosas, el efecto que producen los empleados que trabajan en ella. Para cualquier compañía es fundamental que sus trabajadores se esfuercen en dar una buena imagen pública, dado que de otra manera su propio branding se puede ver afectado. Por eso Bankia ha decidido imponer sanciones a un grupo de empleados que no ha actuado siguiendo la ética en algunas de sus decisiones. Un total de 170 personas han sido amonestadas.
Cambiando de estilo
Si bien en el pasado Bankia logró para sí misma una imagen nada positiva, protagonizada por multitud de escándalos y problemas con el público, en la actualidad la entidad quiere cambiar el estilo. Por ello llevan unos años transmitiendo una serie de ideales que sus trabajadores deben cumplir para que no se produzca ningún tipo de irregularidad en la empresa. Estos valores están reunidos en el código de conducta firmado en 2013 en el cual se ensalzan unos factores tan importantes como proteger la profesionalidad, aumentar la integridad y asegurar el compromiso de todos los empleados. Quien no cumpla estos elementos tendrá problemas con la directiva de Bankia.
Estas personas que no siguieron el código de conducta en 2015 representan un grupo de 170 personas que ya ha tenido que rendir cuentas. Los motivos de las sanciones fueron variados. En algunos casos se detectó que se habían realizado procesos de financiación a los propios trabajadores o a familiares bajo circunstancias que no debían ser aprobadas. En otros casos se manipuló información, se rompió lo establecido en la ley de protección de datos o se falsificaron documentos.
¿Y qué ocurre con los sancionados?
Todo depende del desarrollo en el proceso de la sanción. Una parte de los trabajadores amonestados fueron despedidos, mientras que otros recibieron multas en sus sueldos a las que tuvieron que hacer frente debido a lo ocurrido. En general se trata de transmitir el ideal de que todos los empleados tienen que conocer de manera obligatoria lo que está registrado en el libro de conducta. El desconocimiento de lo que pone en el mismo no evita que los empleados estén cometiendo irregularidades si no tienen en cuenta los niveles de ética adecuados.
La consultora PwC es la que se ocupa de gestionar las denuncias e irregularidades que se producen en el asunto ético dentro de Bankia y es gracias a su equipo a lo que hay que agradecer estas sanciones. No se puede decir, en este sentido, que Bankia no haya demostrado que ha conseguido cambiar el chip respecto a su papel en el pasado.