¿Cuándo debe solicitar financiación una startup?

Solicitar financiacion

Uno de los principales errores que puede cometer una startup es querer ir demasiado deprisa. Es recomendable que estas nuevas empresas mantengan un buen ritmo de crecimiento y progresión, pero nunca deben tratar de abarcar más de lo que pueden en primera instancia. Sobre todo hay que tener mucha precaución con aquello relacionado con la parte económica, puesto que lo último que queremos es parecer que lo único que buscamos es financiación para después dejar los proyectos a medias. Esto nos lleva a que valoremos mucho el momento idóneo en el cual solicitar financiación. ¿Cuándo hacerlo para que todo vaya como la seda?

Comenzar desde la base

Solicitar financiación es algo más complejo que simplemente enviar un correo electrónico a un organismo o inversor y decirle “mira, tengo una idea de la leche y necesito pasta para llevarla a cabo”. Bajo esa filosofía raramente conseguiréis nada. Y si lo lográis sois nuestros ídolos, así de claro. Hay que trabajar con una rigidez absoluta y llevar a cabo cada paso de forma profesional. Lo primero que debemos hacer es establecer una idea, crear un nexo de trabajo y darle la primera forma, aunque sea una previa que después evolucione.

En primera instancia nos toca a nosotros poner el dinero sobre la mesa. Nadie va a querer invertir en nosotros si antes no les hemos demostrado que confiamos en lo que estamos creando. Reúne fondos propios y tírale los tejos a los amigos y la familia. Eso son los primeros inversores que entrarán en tu empresa y aquellos que te ayudarán a salir a flote en los meses de trabajo inicial. Luego ya tendrás tiempo de agradecérselo.

Solicitar financiación a un inversor ángel

Pongamos que ya has demostrado que tu proyecto no es una locura y que puede incluso triunfar. Con los primeros fondos ya estás trabajando, aunque trabajar signifique hacerlo en el ordenador de tu casa acostándote de madrugada y levantándote cuando canta el gallo. Eso da lo mismo, la cuestión es que estás trabajando y levantando tu negocio. Ahora es el momento de demostrarle a alguien que tenga los bolsillos llenos que si tú te estás dejando la vida en tu proyecto es porque quizá merece mucho la pena y que si tuvieras medios no comenzarías a dormir más, sino que harías mucho más.

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Ahí entran en juego los business angels, los ángeles del mundo empresarial. A ellos les tienes que vender tu idea para que digan “carajo, esto mola” y que te den una buena inyección de dinero. Con ese ingreso ya podrás trabajar como nunca antes habrías imaginado. Incluso te podrías conformar ahí y no solicitar financiación añadida. Pero somos ambiciosos.

Tu empresa mola y tienes que demostrarlo

Y llega el momento del capital riesgo. Seguro que el business angel que haya confiado en tu idea (o incluso si lo han hecho varios) tiene contactos y te propone meterte en una ronda de financiación de venture capital. Eso es lo que necesitas para petarlo. Ahí es donde vas a ver cómo las cuestiones económicas ya no importan tanto como antes. Elevarás el valor de tu negocio y podrás dirigirlo tal y como siempre has soñado. Lo que hagas luego con él es cosa tuya. Algunos emprendedores los venden y otros prefieren crecer a su alrededor. ¡Buena suerte en ambos casos!

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