Inbound marketing o la nueva relación con los potenciales clientes

Las técnicas de marketing avanzan al mismo tiempo que cambian las tendencias de los consumidores. El “inbound marketing” es algo más que una nueva técnica de marketing para ganar adeptos y potenciales clientes, se trata de una metodología y una filosofía, según sus propios creadores.

Qué es el inbound marketing

El inbound marketing es la consecución de una serie de técnicas de marketing destinadas a incrementar el tráfico de páginas web gracias a accesorios como blog y redes sociales. El usuario pasa a llamarse “lead”, y es entendido como un cliente potencial al que se le pone nombre. Ya no se trata de simples visitas, sino que el inbound marketing persigue identificar al cliente, conocer sus datos, para establecer con él una relación comprador y vendedor.

El inbound marketing es todo lo contrario a la publicidad invasiva a la que estamos acostumbrados cuando accedemos a diarios y páginas web. Más bien es una publicidad asociada a cada usuario. No se trata de enviar correos spam, si no de establecer una relación similar a la que podemos tener con nuestro panadero, que nos conoce y conocemos. Sabemos cuales son sus servicios y lo que podemos esperar de su negocio. Se podría ver el inbound marketing como una forma de convertir el espacio 2.0 en lo más parecido a un entorno real.

Los pilares del inbound marketing

Dependiendo de la fuente que tomemos se pueden establecer varios pilares en los que se sostiene esta estrategia de publicidad. Vamos a identificar algunos:

Aumentar las visitas: el primer eslabón de la cadena del inbound marketing consiste en utilizar los medios al alcance (blog, redes sociales, podcast, boletines…) para atraer visitas a la web. Todo está destinado a una misma “landing page”.

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Identificación: cuando el usuario visita la web hay que tratar de identificarlo. Una acción que se puede realizar invitándolo a rellenar un cuestionario a cambio de un cupón descuento.

Valoración: una vez que el usuario está identificado se estudian sus datos. El género, la profesión, localización… Con todos esos datos se establece la probabilidad de que a corto plazo realice una compra, de que sea un cliente potencial, en definitiva.

Fidelización: no nos podemos olvidar del usuario una vez que le hayamos identificado. Se debe promover su participación en la web y perfiles sociales de la empresa, enviarle cuestionarios, cupones, ofrecerle información útil…

Y con todo esto conseguiremos transformar una visita en un cliente.

 

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