Las nuevas tecnologías y las startups
A día de hoy es imposible imaginarse una sociedad sin tecnología. Vivimos en un mundo que cambia constantemente y que hace que tengamos que actualizarnos casi a diario ante las innovaciones que van apareciendo cada día y que, poco a poco, vamos incorporando a nuestras rutinas hasta hacerlas indispensables.
Cosas tan sencillas en la actualidad como mandar un fax, realizar una videollamada a miles de kilómetros de distancia o pedir cita para el dentista desde el sofá de nuestra casa eran inimaginables hace no tanto tiempo. Como también lo era la idea de montar tu propio negocio o fundar una empresa dentro de la pantalla de tu ordenador. Así de fácil.
Las nuevas tecnologías nos rodean por todas partes y han tocado de lleno al mundo profesional, cambiando por completo la gran mayoría de las actividades que se realizaban a lo largo de una jornada laboral en cualquier tipo de sector. Ahora todo está informatizado y conectado a la red y los equipos pueden trabajar a distancia, lo que agiliza enormemente y facilita tanto las tareas del día a día como el funcionamiento de cualquier tipo de negocio.
Este avance de la tecnología ha llevado a que se innove cada vez más en la creación de startups y de negocios online. Unos modelos de negocio que funcionan únicamente a través de Internet y que no disponen de un establecimiento o una sede física, por lo que resultan mucho más económicos, flexibles o funcionales.
¿Qué es una startup?
Por lo general, una startup suele ser un proyecto que nace a partir de de una idea innovadora entre varios socios, con el objetivo de que con el paso del tiempo esa idea llegue a convertirse en un gran negocio que goce de una alta rentabilidad. Normalmente, esa rentabilidad se traduce en la compra de la startup por parte de una gran empresa. Aunque no siempre.
Para crear una startup no se necesita realizar un desembolso muy elevado, por lo que en los últimos años se ha convertido en una de las principales opciones para autónomos y emprendedores. Las startups suelen contar con la presencia de distintos profesionales especializados en diferentes sectores (dependiendo del tipo de startup) para así poder adaptarse a los cambios y a las necesidades del mercado sin demasiada dificultad.
Acostumbran a ser negocios pequeños pero con un grandísimo potencial, ya que un porcentaje muy alto de startups alcanzan el éxito en dos o tres años. Al residir en Internet, estos negocios también disponen de una mayor facilidad para llegar a sus potenciales clientes.
Un buen ejemplo para conocer un poco mejor qué es una startup y cómo estos negocios aprovechan las tecnologías es el de Deudae.com. Se trata de una startup que en muy poco tiempo ha llegado a convertirse en referente con un pionero servicio de compensación de deudas. Consiste en una plataforma online, con un importante componente tecnológico y que ofrece a empresas y autónomos una forma muy novedosa de reducir la morosidad y ahorrar liquidez. ¿Cómo? Pagando con lo que les deben y directamente a través de Internet.
La clave está en que Deudae permite que se pueda reducir la morosidad aún sin disponer de liquidez, gracias a una fórmula que consigue relacionar las deudas de diferentes empresas a través de un algoritmo desarrollado por el Departamento de Matemáticas de la UNED, para después proceder a realizar las correspondientes compensaciones. Todo ello de forma amistosa y mediante un servicio totalmente orientado a resultados. Si compensas tus deudas, pagas una comisión proporcional al importe compensado. Si no consigues resultados, no pagas nada.
La utilidad y el componente innovador y tecnológico de una startup suele ser proporcional a su repercusión, si se realiza una estrategia de comunicación adecuada. En este caso, y dado el carácter pionero y su capacidad para resolver un problema que tienen a día de hoy muchas empresas como es el de la morosidad, numerosos medios de comunicación se hicieron eco del proyecto de Deudae, tanto en prensa como radio y televisión.