Acciona pone el cartel de “se vende” a Trasmediterránea
Por enésima vez la Compañía Trasmediterránea se expone en el escaparate con el cartel de “se vende” colgado del cuello. La naviera entró a formar parte de las empresas constituyentes de Acciona en el 2000, cuando el gobierno de Aznar privatizó a la naviera pública contribuyendo a incrementar la competencia en el mercado. Tras la compra por 250 millones de euros, la naviera se sometió a un lavado de cara y una fuerte inversión por parte del grupo dirigido por José María Entrecanales. Precisamente un buque roro homónimo al director del grupo y otro con el nombre de las islas Baleares fueron las principales incorporaciones. La modernización de la flota llevó a la compañía a ser más competente y situarse como la mayor naviera de España y una de las grandes de Europa. Sin embargo, Acciona (resultado de la unión de 38 empresas) cambió paulatinamente para adecuarse a las demandas del mercado. En 2009 un estudio encargado por el holding estableció el precio de Trasmediterránea en 800 millones de euros. Sin obtener ningún cliente dispuesto a comprar su treintena de barcos y los negocios inherentes. Ahora, un nuevo plan puesto en marcha por Acciona parece marcar la fecha definitiva de la venta de Acciona Trasmediterránea.
Acciona ha conseguido incrementar sus beneficios en un 43,6% gracias a las desinversiones, a las que ahora se suman la naviera Trasmediterránea, el negocio enológico y la gestora de fondos de inversión Bestinver. Con esta vuelta de hoja la empresa de Entrecanales pretende dedicarse al negocio que más beneficios le reporta: la energía y las instalaciones renovables, convirtiéndose en una empresa con presencia en todos los continentes y un potencial que pretenden explotar eliminando los negocios no estratégicos.
Trasmediterránea lleva años en números rojos. La venta de alguno de los barcos no ha podido aliviar la balanza negativa, que sin embargo muestra una buena recuperación. En un año se ha conseguido pasar de un déficit de 7 millones a uno de 5 millones de euros. La naviera ha incrementado el número de pasajeros transportados (2,63 millones de pasajeros, un 5,6% más) y los metros de carga (6% más). A pesar de los buenos resultados la naviera supone un lastre y se enmarca en los negocios no estratégicos. Algunas fuentes apuntan a que el futuro incierto de Trasmediterránea podría estar en formar parte de otra naviera española.