Dado que las estadísticas nos dicen que cada vez hay más empresas, emprendedores y personas intentando sacarse las castañas del fuego por sí mismos, es lógico que también se generen más y más modelos de financiación. Los créditos y préstamos comienzan a dejar de lado sus fórmulas habituales para evolucionar a través de nuevos sistemas que también resultan interesantes. Por ejemplo, tenemos que hablar del crowdlending, una tendencia que ya ha resuelto muchas situaciones a emprendedores con necesidad de financiación.
¿Cómo funciona?
El crowdlending encuentra en la red su patio de juegos personal, en la cual con solo invertir unos pocos minutos las pequeñas y medianas empresas pueden solicitar dinero para poder llevar a cabo sus proyectos. Quienes se lo proporcionan son particulares o empresas que tienen líquido suficiente con el cual realizar inversiones. Y es cierto que existen otros métodos para que inversores y empresas encuentren dónde invertir, pero con los sistemas de crowdlending se facilita mucho el trabajo.
¿Qué ventajas tiene?
Es una fórmula win-win en la que todos tienen la oportunidad de obtener un beneficio. Las empresas que estén buscando financiación no se tienen que ver limitadas a los requisitos habituales, no requiriendo largos contactos con entidades bancarias ni tener una relación previa con los posibles inversores. Por otro lado, no hay compromiso con servicios financieros derivados de los créditos, como el habitual requisito de abrir una nueva cuenta bancaria en la entidad a la cual se le vaya a solicitar el préstamo.
Para los inversores y empresas que quieran dar rentabilidad a su dinero es una buena oportunidad debido a que los retornos suelen ser mejores. Además, al disponer de una entidad detrás que organiza la creación de perfiles crediticios de las empresas solicitantes, las posibilidades de realizar una mala inversión se reducen de forma significativa.
¿Dónde se gestionan?
El lugar donde actúa el crowdlending es una serie de plataformas disponibles de manera mundial en las que se encuentran las dos partes: la que pide financiación y la que la proporciona. La plataforma revisa los documentos de las empresas solicitantes y comprueba su viabilidad, ocupándose además de gestionar el proceso de financiación.
La intención, y eso es algo que no vais a tener problemas en comprobar, es que el sistema apuesta siempre por ofrecer tipos de interés que entren en lo razonable y condiciones adecuadas para las dos partes implicadas. De esta manera se pueden mejorar las condiciones de los bancos y asegurar el nivel de satisfacción en el proceso desde el principio hasta el final.