A veces es necesario borrar una aplicación que teníamos en la Play Store y volver a hacerla y aunque es algo arriesgado y podemos tener bastantes problemas, cuando es necesario hacerlo debemos conocer una serie de pasos que nos ayudarán a minimizar los daños que sufrirá nuestra empresa gracias a esto.
Primero tenemos que tener claro qué va a suponer para nuestra empresa el que cambiemos de aplicación y tenemos que preparar una pequeña estrategia una vez que esto ocurra para que los daños sean los mínimos en todo momento. Debemos explicar a nuestros usuarios el porqué de este cambio tan repentino y explicarles a su vez las ventajas que este nuevo cambio supondrá.
A su vez tenemos que dar todas las pistas y ayudas posibles para que los usuarios sepan diferenciar la aplicación antigua de la aplicación nueva, que tengan menos problemas y puedan conocer que lo que están instalando en su teléfono es realmente nuestra nueva aplicación y no la antigua. Es necesario también cambiar algunos aspectos de nuestra interfaz, ya sea el color o el tipo de letra, incluso el icono. Todo aquello que pueda ayudarnos a hacerla más atractiva al usuario. Incluso cambiar la interfaz de la antigua versión a una más sobria, que indique que dentro de poco dejará de funcionar.
Podemos actualizar la versión antigua en la play store o dejar un pequeño mensaje que no nos deje descargarla y así los usuarios no se encontrarán confusos cuando vayan a descargar la nueva versión de nuestra aplicación. Lo mejor es borrar la primera aplicación deprisa, no mucho después de lanzar la nueva. Hay empresas que esperan a tener un número “X” de usuarios, otras prefieren borrarla a las 48 horas de ser lanzada para así no confundir demasiado a los usuarios. Pero esto ya es decisión de cada empresa, viendo los daños que pueden soportar.