Apple lleva varios días sumida en una vorágine de titulares debido a la espectacular sanción que le ha puesto la Unión Europea, obligando al Gobierno Irlandés a cobrar a Apple 13.000 millones de euros debido a impuestos atrasados y la correspondiente compensación. Pero, ¿cómo afecta esto a la imagen de la compañía?
Es de sobra conocido por todos que aunque Apple va a pelear en los tribunales para no pagar ni un céntimo, muchas voces ya predicen que el daño a la imagen de marca en Europa va a ser muy superior a los 13.000 millones de la multa. Los medios de comunicación han llevado la resolución europea a oídos de la población general, hasta tal punto que a pie de calle hay una amplia opinión desfavorable en contra de la compañía de Cupertino.
¿Podrá el equipo de marketing solucionar este problema? A una semana escasa de la presentación del iPhone 7, no parece que sea el mejor momento de ocupar todos los titulares de las mayores publicaciones de cada país anunciando que le “robas” dinero a sus ciudadanos. A través de un complicado esquema financiero que deriva todos los beneficios a Irlanda y, tras ganar miles de millones, paga cantidades ridículas al fisco.
La respuesta de Tim Cook no se ha hecho esperar, anunciando que si Apple tiene que pagar la multa las inversiones de la compañía en Europa peligran. Una clara amenaza, que también ha sido respaldada por la Casa Blanca.
La cuestión es que Apple se defiende argumentado que crean empleo y riqueza pero, ¿compensa crear 1.000 empleos en Irlanda y ahorrarse 13.000 millones de euros? ¿No le interesa más a un Gobierno cobrar debidamente los impuestos que corresponde?
El equipo de marketing de Apple tiene una ardua tarea, porque tienen en contra no sólo a la Comisión Europea, sino que la opinión pública está lastrando la imagen de marca a un nivel anterior a el lanzamiento del primer iPhone. Un rechazo social en un contexto de crisis económica, donde la población es mucho más sensible al tema de los impuestos, y donde los beneficios que tienen las compañías tecnológicas no pasan desapercibidos para nadie.
Desde luego que Apple tiene trabajo doble de aquí a Navidad, por un lado preparar todo para que el lanzamiento de su nuevo iPhone vaya como la seda. Y por otro, impedir que con el juicio por el impago de impuestos, su imagen de marca se deteriore en Europa.