El caso de dos emprendedores y de sus pegatinas para el pis. ¿Se puede innovar desde los váteres?. Sí, o éso es lo que han demostrado los idealistas que están detrás del proyecto emprendedor de Peestickers.
Una línea de adhesivos que se pega al fondo de la taza del váter para que los pequeños de la casa dejen los pañales y, sobre todo, para que los mayores consigan afinar la puntería cuando tienen que usar los inodoros.
Los productos de Peestickers tienen la novedad de que cambian cuando se les salpica con la orina, cambian de color y resultan un atractivo reclamo que nunca deja de llamar la atención. En el caso de los niños pequeños, el producto se entrega con un diploma honorífico en reconocimiento de los progresos. Peestickers se convierte así en un juego.
Se trata de un producto patentado que necesitó hasta su comercialización de pruebas de laboratorio, de prototipos. Los modelos de pegatinas para el pis de Peestickers son pegatinas muy finas que absorben las salpicaduras en aproximadamente un 80% de los vertidos.
Promotores
Sus promotores fueron dos primos, Adam Martínez y Rudi Ros, que con anterioridad ya se habían metido en lides emprendedoras. Fundaron una empresa constructora en el peor momento de la caída del ladrillo y aún así consiguieron prosperar con su negocio.
La idea de las pegatinas para el pis se les ocurrió cuando uno de los jóvenes entró en el baño de un bar en el que comían y se asquearon con el panorama de suciedad que vieron. Se trata de una falta de higiene que es común en muchos establecimientos hosteleros y que pone en duda la reputación de los negocios.
Por esa razón, crearon Peestickers, con tres fórmulas de ventas, una dedicada a niños, otra para los profesionales, para empresas, y otra más para cualquier tipo de público y con ventas a través de Internet. Su apuesta ahora mismo es internacionalizar las ventas en otros países europeos. Todo, después del millón de unidades vendidas de estas pegatinas para el pis.