El caso Bloson. Antonio Marzo, un malagueño licenciado en Administración de Empresas, un día de 2006 partió para Estados Unidos para hacerse con la dirección de la filial de la firma de tecnología para la que trabajaba, Sedo Boston. Trabajaba, porque ya no lo hace, ahora lo hace para sí mismo con una startup tecnológica.
Poco podía imaginar en aquellos momentos que acabaría por formar su propia empresa. Su empresa se llama Bloson y es una startup que combina la visualización de vídeos, de música, las ventas de productos asociados a las temáticas del portal y, sobre todo, por encima de todo, la participación de quienes disfrutan de esos servicios de entregar recursos económicos para ONG’s y personas desfavorecidas.
Ambiente emprendedor
En la actualidad, Bloson tiene varios cientos de miles de usuarios mensuales y 16 trabajadores locales contratados. Su fuerte es estar situado en Kendall, muy cerca del campus de la Universidad de Boston, en el que hay muchas startups que se apoyan unas a otras y muchas de ellas en la misma dirección.
Lo mejor del momento, haberse seleccionado al proyecto web de Bloson para efectuar la presentación de uno de los mayores eventos de tecnologías en emergencia en Demo, en California. En Demo se lanzaron empresas de fama global de la talla de Google, Palm, Intel, Yahoo, Apple o HP, y sólo por nombrar algunas.
Inversores
El objetivo de Bloson es ofrecer a los internautas la posibilidad de escuchar música, al mismo tiempo que pueden ver películas, al mismo tiempo que pueden, si lo desean, contribuir a una causa social.
Tanto le gustó a sus antiguos jefes de Sedo, que hacia la mitad del año 2009, se decidieron a poner el capital que fue necesario para poner en marcha la web de su antiguo empleado. Un emprendedor español que hizo las Américas con fortuna.