A partir de mayo de 2018, las empresas que envíen correos masivos sin un real consentimiento del usuario podrán ser sancionadas con multas de varios millones de euros. Esta ley fue aprobada en 2016 y ha tenido que pasar un periodo obligatorio de dos años para que entre en vigor. Será aplicable en toda la Unión Europea sin pasar por la legislación de cada país. Verdaderamente interesante… ¿no te parece?
Esta ley incorpora nuevos derechos hacia al usuario, como el derecho a la información, a la restricción de procesamiento y el derecho a la portabilidad de datos entre otros. Por todo ello, las empresas, por su parte, deberán tener mucho cuidado a la hora de no violar ninguno de estos una vez dicha ley se ponga en vigor. Quebrantar la ley puede suponer la pérdida de 20 millones de euros o el 4% de facturación de una empresa. Hasta ahora solo se debía pagar una multa de 600.000 euros, algo que resulta insignificante si lo comparamos con las cantidades de las que ahora se habla.
El usuario, que en España tiene que ser mayor de 14 años para poder dar sus datos personales, debe dar consentimiento de manera consciente y para un uso concreto y en todo caso será informado con un lenguaje sencillo de entender sobre a qué está accediendo. Hay que tener muy en cuenta que este consentimiento puede revocarse por parte del usuario en cualquier momento y que las empresas no pueden poner pegas ante esto. Ya no valdrá que el usuario dé click en una casilla para que la empresa le mande emails masivos.
Es más, en caso de que se viole la ley, ambas partes recibirán una notificación por parte de la Certified Senders Alliance y las empresas no afrontarán multas ni denuncias radicales mientras cumplan los estándares que marca la CSA.