En el mundo globalizado e informatizado en el cual vivimos hoy en día hacemos prácticamente todo a través de internet con nuestros ordenadores o smartphones. Acciones tan cotidianas como charlar, la compra o incluso trámites administrativos se realizan en gran medida de forma virtual.
Esta virtualidad también ha llegado al mundo de la empresa que realiza gran parte de su marketing a través de las redes sociales, de aquí sólo ha habido un paso para que las redes sociales también se convirtiesen en un canal de atención al cliente y, a pesar de que aún muchos no hemos entrado e contacto con esta realidad, la misma ya está bastante extendida.
En primer lugar debemos tener claro las ventajas que tiene cada red social. Según han experimentado empresas multinacionales conocidas para todos la consideración y fidelización por vía de Twitter es bastante efectiva, aunque quizás no sea lo más deseado por nosotros. En la actualidad el 93% del contenido creado en las redes son respuestas y mensajes directos. Por tanto, cuentan con la ventaja de que el cliente está en contacto directo con la marca.
Esta atención al cliente es muy efectiva pero es posible hacerla de una forma más amplia; ampliando esta atención al cliente a potenciales clientes, siendo proactivos a la hora de comunicarnos con los clientes utilizando herramientas de escucha… De esta forma, nos adelantamos a sus necesidad, haciendo labores de preventa aportando información y solución de problemas a los clientes y, por último, cuidando a esta audiencia mediante técnicas de consideración y fidelización.
Por todo ello, podemos decir que la utilización de las redes sociales como canal de atención al cliente es una buena idea pero, sin embargo, cambiando el enfoque levemente se puede optimizar el rendimiento de esta estrategia empresarial.