Al igual que Google, Facebook permite que se haga publicidad en su red pagando por el número de clicks que se dan en el anuncio. Facebook da hasta 14 opciones de publicidad, como promocionar publicaciones, páginas, aplicaciones; ayuda a captar clientes y que estos interactúen con la empresa que se publicita, etc.
Es muy importante saber qué tipo de publicidad se quiere y cuál puede ser beneficiosa para el negocio. Por ejemplo, aumentar las conversiones de una web es uno de los indicadores de que la campaña de marketing es efectiva. Se busca que la gente vea vídeos y compre los productos que la empresa controla en cada anuncio.
Se puede elegir el tipo de público al que se puede llegar, dónde y con qué frecuencia. Para eso se tiene que definir muy bien el producto, puesto que hay que elegir entre localización, edad, sexo y otros segmentos detallados para que la publicidad sea efectiva. Incluso se puede reducir dicha publicidad a un grupo de gente que comparta los mismos intereses en un espacio definido. Facebook ayuda a definir estos espacios aunque siempre se tiene la opción de configurarlos al gusto y a la necesidad del vendedor.
Según esa configuración Facebook nos da un presupuesto que puede ser diario o mensual. La Red automáticamente genera el precio a cobrar según va pasando el tiempo y el número de clicks que se dan en el anuncio.
Es muy importante también saber configurar nuestro anuncio, se puede elegir, secuencia, vídeo, imagen… etc. Las imágenes que se usen en el anuncio deben propias, y hay que tener cuidado con aquellas que infrinjan la política de la red, ya que Facebook puede retirar el anuncio por inadecuado.
Por último hay que configurar la página que va a hacer el anuncio, en enlace a la web y el texto. Facebook cuenta con una vista previa para que se pueda configurar todo lo que desee antes de que el anuncio se ponga a circular por la red social.